NOTAS DEL DIRECTOR

notas del director

En esta adaptación he modificado el lenguaje poético presente en el texto original, transformándolo en una narración cruda y directa, pero manteniendo el arco del personaje protagonista que tan bien ha construido Pizzurro.

Mi intención es tratar el tema que atraviesa la obra de la forma más tajante posible. Para ello he eliminado varios de los eufemismos que el dramaturgo italiano utiliza para suavizar algunos de los pasajes que el protagonista narra a lo largo de la pieza. 

Estos eufemismos ayudan, en el texto de Luca Pizzurro, a distanciarse de la historia; dura y difícil de principio a fin. Para esta versión he decidido contemporaneizar el lenguaje y adaptar las expresiones italianas a otras españolas, así que la dimensión poética del original quedaba demasiado forzada y decidí eliminarla. 

De cara a la puesta en escena, me interesa alejarme del naturalismo para mostrar al público las emociones del personaje a través de la luz, el espacio y los efectos sonoros. La sencillez y el símbolo se convierten, en este montaje, en dos conceptos clave. 

En una época en la que la libertad de expresión se tambalea, este montaje se convierte en un grito necesario y provocador. Y demuestra que el texto, escrito hace quince años, sigue siendo un tabú de rabiosa actualidad. Porque, a veces, para entender una historia por completo, hay que mirar donde nadie quiere ver. Dentro de los ojos del monstruo.